Tejiendo la historia de los amigurumis
Los amigurumis son una de las tendencias en muñequitos más fuertes de las últimas décadas. Tanto como obsequio, como para usos terapéuticos, han inundado poco a poco el mundo, maravillando a las personas por sus adorables características que los hacen únicos y muy atractivos.
Como su nombre lo indica, los amigurumis provienen de Japón. Su nombre es un acrónimo en japonés compuesto de: ami, “tejido“, y nuigurumi, “muñeco de peluche”. En esencia, son pequeños peluches tejidos con ganchillo, esencialmente, de animales tiernos. Sin embargo, esta técnica se ha popularizado tanto, que ahora es posible encontrar la versión amigurumi de casi cualquier cosa.
¿Pero de dónde vienen exactamente?
El tejido no es una técnica que haya surgido en Japón, sin embargo, durante el periodo de industrialización en éste país, que coincide con la Primera Guerra Mundial, fue común que distintas técnicas de tejido y crochet fueran aprendidas por las mujeres japonesas. Es quizá este momento donde nacieron los primeros amigurumis, aunque no como los conocemos hoy.
Sin embargo, uno de los grandes impulsores de los amigurumis fue la cultura Kawaii japonesa, que vio sus orígenes a raíz del término de la Segunda Guerra Mundial. Esta cultura, cuya traducción sería “tierno” o “adorable”, se centra principalmente en versiones tiernas de las cosas. Para ese momento, el país nipón se encontraba devastado e inmerso en una profunda crisis económica, cultural y política, mismas que se reflejaban en su gente y su estado de ánimo. Fue por eso que la cultura Kawaii fungió como un escape a esta desolación que los japoneses sentían.
A pesar de ello, su verdadera fuerza llegaría hasta mediados de los años 70, con el nacimiento de personajes cute, como Hello Kitty. Para este momento, el tejido de amigurumis comenzó a tomar fuerza, aunque no solo en Japón, sino también en China, donde fueron populares las muñequitas hechas con elementos de crochet y con detalles pintados a mano. Estas, en especial, se inspiraban en las figuras de los bebés, por lo que ya poseían esta connotación adorable. Este tipo de muñequitas sirvieron como regalos para niños y bebés y, posteriormente, servirían de decoración para espacios de los hogares. Hoy en día, son consideradas objetos vintage.
Posteriormente, nacerían los aminekos o kitten, distinguibles por sus cuerpos alargados y por estar inspirados en los gatos. Estos poseen cuerpos alargados, pero sumamente adorables y siguen siendo vigentes, hoy en día, aunque ya no tan populares. Para este momento, los amigurumis ya habían alcanzado popularidad, pero su mayor auge llegaría a inicio de los 2000 mismo que los ha mantenido vigentes hasta el día de hoy.
A raíz del boom por lo Kawaii, los amigurumis comenzaron a ser populares y se comenzaron a hacer con patrones distintos que permiten crear otras figuras, por ejemplo, pasaron de ser osos, perros y gatos a objetos o comida.
Lo más visionario fue el crear muñequitos inspirados en personas de la vida real o personajes de ficción, expandiendo la forma en la que fueron concebidos los amigurumis y volviéndose una forma de expresar la pasión hacia las figuras que nos inspiran día con día.
Este cambio en la forma en la que concebimos a los amigurumis, también implicó una nueva forma de hacerlos, pasando de hacerlos con estambres variados, a que surgieran materiales especializados para crearlos. De esta forma, nos encontramos con distintas variedades de estambres, entre los que están:
Natura Just Cotton. Este no es exclusivo para amigurumis, pues también es usado para hacer prendas de vestir para distintas estaciones. Sin embargo, es perfecto para tejer amigurumis, especialmente por la suavidad de su hilo.
Happy Cotton. Es el estambre perfecto, exclusivo para hacer amigurumis. Una de las bellezas de este estambre es que cuenta con una amplia gama de colores, con los que podrás detallar cada uno de tus amigurumis.
Happy Chenille. Esta es la versión del estambre por excelencia para la creación de amigurumis. Su acabado suavecito le da un toque único a estos peluches, lo que los hace ideales para bebés o niños pequeños.
Hoy por hoy, claro que los amigurumis han formado parte de nosotros, y se han popularizado mucho en Occidente, formando parte de la forma de expresión de las personas. ¿Te imaginabas que la historia de los amigurumis era así? Pues es hora de dar el primer paso, ¡anímate y crea tus propios amigurumis! y no olvides compartirnos y etiquetarnos en tus proyectos.