Ser madre a través de los años
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El primer momento con el amor de tu vida inmortalizado en una fotografía. La época del embarazo puede ser difícil para muchas, incluso con los recuerdos maravillosos que se forman en el camino. Las madres se encuentran tejiendo el inicio de una nueva vida. En los momentos de incertidumbre, ocupar la mente en actividades que requieran concentración puede liberar una gran parte del estrés y permitir que los meses pasen más ligeros. Acompañar los días con el proyecto de tejer una cobija de apego que represente tu amor es una opción creativa para ir comenzando con actividades con tu pequeño.
Las cobijas de apego son herramientas clave en el proceso de independización de los bebés. Tejer una que puedas llenar con tu aroma mientras lo esperas, permitirá que se convierta en su acompañante de vida durante los primeros meses. Tu olor y el sentimiento de seguridad que le compartirá hará más sencillo que comience a dormir solo. ¿Qué Lovey Tops lo identificaría de acuerdo a su nombre?
Otra etapa que comienza con un reto para las madres es el crecimiento de los hijos. Después de cuidarlos por años, es momento de continuar impulsando sus conocimientos y retarlos con actividades que disfruten pero sean instructivas. Cualquier persona que haya vivido el llanto de un niño que no quiere hacer una actividad podrá constatar lo complicado que es, pero desde el lado de la madre que no puede evitar el irresistible impulso de calmar lo que le molesta, ¿cómo se puede motivar a hacer algo que es bueno pero quizá no lo que quiere en ese momento?
Los kits mini o de primeros bordados, combinan lo colorido y amigable a la vista que están buscando los niños en sus juguetes para entretenerse con la práctica de habilidades motoras y de la mente como las cuentas y la precisión que promueven sus capacidades. ¿Cuál kit le pides?
Tu podrás acompañarlos con los nuevos kits de mindfulness. Estas opciones concentran en ambas partes el tejido y el bordado con técnicas que te apoyan a mantenerte en el presente y trabajar en tus emociones.
Con los años y el aprendizaje de ambas, la relación madre-hija comienza a transformarse. Los lazos maduran y permiten que convivan de forma cercana, platicando e involucrándote con sus días, amigos y eventos importantes que quizá antes hubieran sido puntos de conflicto entre ambas. La edad permite que se conviertan en amigas.
Las pulseras de la amistad son accesorios que pueden tejer juntas e inspirarse con colores que las identifiquen. Serán un momento catártico que unifique este nuevo momento en sus vidas que solidificarán un futuro siempre juntas. ¿Qué kit eliges?
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